ESPACIO CULTURAL "COMERCIAL EL CEDRO".

lunes, 8 de marzo de 2010

CEIBA ARBOL NACIONAL



8 DE MARZO, DECLARATORIA DE LA CEIBA , COMO ARBOL NACIONAL




En l,955 , por decreto del Presidente de la República coronel Carlos Castillo Armas, se estableció considerar a la Ceiba Pentandra como árbol nacional de Guatemala , especificándose rendirle homenaje anual en conmemoración a tan trascendental acontecimiento.

Los Mayas Quichés adoraban este suntuoso árbol , al que también llamaban YAXCHE , que significaba que de él manaba VIDA y que nuestros antepasados de allí se proveían de poderosa sabiduría, la cual les otorgaba el linaje de la raza y les llenaba de fortaleza.
La Ceiba Pentandra, como se le conoce científicamente , ha sido sobresaliente , y como símbolo principal aparecía para adornar códices sagrados , estelas de templos mayas . La Ceiba , el simbólico YAXCHE desde tiempos precolombinos era considerado como árbol sagrado, pues bajo su follaje acostumbraban a celebrar sus ritos.

En la época contemporánea puede apreciarse en una moneda de cinco centavos de quetzal , y como principal característica es un árbol frondoso .
Así fue como el día 8de de marzo de l,955, a propuesta del botánico Ulises Rojas, el Ministerio de Agricultura gestionó y obtuvo la aprobación del Presidente de la República , declarándose como Árbol Nacional a la Ceiba Pentandra por decreto emitido en Palacio Nacional , en consideración a sus muchos atributos .
La Ceiba Pentandra simboliza vida, perpetuidad, grandeza, bondad, belleza, fuerza y unión.

POEMA A LA CEIBA PENTANDRA
Tuyo el afecto que en mi pecho escondo,
Pues eres árbol de mi tierra amada,
De la cual vive mi alma enamorada
Y por su nombre con amor respondo.


Tus raíces metiéndose hasta el fondo
De la tierra antaño profanada
Y que al fin, tú la viste liberada
Por los hijos que amáronla muy hondo.

Ahora que los tiempos han cambiado,
Que la patria se encuentra redimida,
Sólo tú, del pretérito , has quedado.

Para decirnos, con tu copa erguida
Que con tal que esté el suelo liberado….
Muy poca cosa es ofrendar la vida.

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